jueves, 3 de diciembre de 2009

Y tu dormías

Llegué hasta ti sigiloso para que no despertaras
velé tu sueño un instante y te besé en la mejilla
tu suspiraste al instante y murmuraste un te quiero
yo te volví a besar acariciando tu pelo
Mirándote comencé a desvestirme en silencio
me acomode tras de ti envolviéndote en mis brazos
tu acomodaste tu cuerpo para sentir mi presencia
y te besé nuevamente en tu mejilla y tu cuello
Despertaste suspirando aceptando mis caricias
por debajo de tu brazo acariciaba tus senos
con movimientos candentes tu me entregaste tu cuello
mientras mi mano bajaban en busca de tu humedad.
Tu te volviste hacia mi ofreciéndome tu boca
que besé con la sed loca que provocaban tus besos
yo abandoné tus labios acariciando tu cuerpo
y libé sediento el fuego que me brindaban tus pechos
Tus manos sobre mi espalda dibujaban poesías
bajé a beber de la miel que vertía tu colmena
tus suspiros delataban el gusto de aquel encuentro
y con briosos gemidos tu llegaste a la gloria.
Volví a besarte en la boca y giramos en el lecho
tu jugabas con el bello que te ofrecía mi pecho
con tu ternura infinita besaste mi piel madura
provocando con tu boca en mi ser una locura
Lentamente nos movimos refregando nuestra piel
yo transpiraba de dicha tu transpiraste placer
me recosté sobre ti y me ofreciste el altar
que yo penetré orgulloso convirtiéndome en tu dueño
Lenta y fogosamente creamos temas de amor
nuestras lenguas se buscaban con infinita ansiedad
bailamos juntos la danza y en armonía gloriosa
llené tu copa de miel que tu bebiste orgullosa.
Nos quedamos abrazados y nos comimos a besos
los latidos de tu pecho fueron bajando su ritmo
tus pechos aun turgentes me invitaban a beber
y suavemente bebimos de nuestro amor otra vez

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