jueves, 3 de diciembre de 2009

Reflexiones



Toda la arena del mundo es el polvo del pasado, cada trocito de ella fue una roca tiempo atrás y viajó entre las olas, con el viento, la marea es un trocito de historia que se mezcla con mil más.
Nuestras vivencias pasadas también flotan en el tiempo, son como nubes flotando entre el resto de la gente, cada lagrima derramada que se ha mezclado en el mar, sigue estando, nunca muere, solo es una gota más.
El sonido de tu voz sigue viajando en el tiempo, se disipa, no se oye, mas está en algún lugar, aquellos sueños de niño que olvidó ya tu memoria, los lleva consigo el tiempo en su constante vagar.
Esa ilusión que tuviste, ese dolor que sentiste, esa pena que olvidaste o que has dejado atrás, tus amores, desamores y hasta esos días vacíos, siguen estando en el aire, en el mar o en las estrellas.
Allí encontraré tu alma cuando mi cuerpo sea polvo, quizás flotes dormida sobre el resto de la gente, quizás ya se haya unido como la arena en la playa, a las almas que flotaban ese día que partiste.
Quizás jamás te encuentre entre tantas almas unidas, quizás me una a la tuya sin siquiera darme cuenta, tal vez seamos apenas una gota de agua fresca o una porción de aire o una nube allá en el cielo.
Lo cierto es que jamás, llegaremos a ser nada, todo lo que fue existe convertido en algo mas, como la arena del río, del desierto de la playa, una vez fueron montañas, hoy solo polvo en la tierra.

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