
con ternura y mucho amor ella sanó sus heridas
le dio alimento y el agua para su cuerpo dolido
y al espíritu del ave alimentó con caricias.

su plumaje fue perdiendo poco a poco su esplendor
ella cortó sus alas para que no se marchara
pues no quería estar sola, porque adoraba tenerlo.

Él comprendió que el precio de ese amor recibido
correspondía a perder, su libertad de volar,
también supo que su huida, significaba dolor
para quien dio tanto amor para curar sus heridas.
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