martes, 1 de diciembre de 2009

No te lastimes

Me despojé de las ropas que vestía hasta ayer,
tomé la ruta que lleva a encontrarme con mi muerte,
llevo solo conmigo aquello que necesito,
para poder resistir los inviernos que me quedan.

No quiero cargar a cuestas lo que ya no necesito,
si quieres acompañarme solo sigue tras de mi,
mas no cargues en mis hombros tus culpas y tus temores
no quiero cargar en ellos el peso de tu fracaso.

Mis recuerdos voy dejando tras de mi, en el camino
los amores y temores van quedando tras de mi
las penas según camino se desprenden a mi paso
y solo llevo conmigo lo que se niega a caer.

Por capricho o por costumbre al llegar la primavera,
alguna semilla insiste con brotar dentro de mi,
se debe a recuerdos viejos que en el fondo de mi bolsa
se niegan a desprenderse e intentan prender de nuevo.

Llevo solo conmigo el agua que he de beber,
llevo un poco de calor para pasar los inviernos,
me alimento de la hierva que crece junto al camino
y no me quiero apartar de la senda que tomé.

Si quieres acompañarme deberás ir tras de mi,
pero no quiero cargar tus mochilas en mis hombros,
tienes mucho por delante, tienes muy fresco el ayer,
tu tienes aún presentes que reclaman tu atención.

Tu vives aún las cosas que yo ya he dejado atrás,
yo ya cumplí con la vida, ya cumplí con mi deber
tu tienes aún que enfrentar los deberes que asumiste
para poder tras de mi, caminar éste sendero.

Si me acompañas ahora, solo hallarás decepciones
dejarás deudas pendientes que ya hoy hieren tu piel
busca un lugar para ti, el amor jamás se muere,
y recuérdame como lo sientes, sin que el hastío te envuelva.

Del amor al odio hay un paso, que no quisiera que dieras
sería una nueva carga para mi espalda cansada
déjame recordarte, fresca, radiante y con vida
no me obligues a observarte muerta en vida como yo.



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