jueves, 3 de diciembre de 2009

Apología

En una noche de plenilunio,
otoño lerdo como mis días
llegaste a mi, con aquel poema
y una ilusión de promesas muertas.

Amo los besos que no me has dado
amo la piel que jamás besé
sueño con verte sobre mi lecho
entre tus brazos que no tendré

Con lluvia de versos tu voz declama
dulce armonía que al alma inflama
placido gozo, que causa llanto
¡¡Dios!!... tu tan lejos y amarte tanto

La fértil pluma de tu proclama
vierte tus coplas sobre mi alma
musa divina, mi dulce amada
eres mi reina, mi enamorada

Muchos mañanas aún vendrán
para soñar con otros mañanas
no cejes nunca, tenme atrapado
con las cadenas de la ilusión

verbo florido que versa y sueña
y tu te empeñas en ser mi dueña
con el embrujo que traen los sueños
yo me imagino que soy tu dueño

deja que muera mi piel cansada
que mi alma vuela con la ilusión
embriágame el alma con tus cantares
dale cobijo a mi corazón

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario, bienvenido...